Sed and the city
Capítulo 0.5... el capítulo cero algún día vendrá...
4 amigos. Son bastante normales, dos tienen novia, pero uno es macabeo, será probablemente porque es el único que no es de la cuidad y viene desde lejos; extraña a su familia pero no lo demuestra mucho.
El otro que tiene pareja es más bien callado, le gustan los deportes, también las series antiguas de televisión, y ha estado en la cárcel por motivos que todos desconocen.
El tercero es el más alto de todos. No le gusta nada más que beber. A los 4 les gusta emborracharse, pero para éste el trago es una pasión. Si no fuera porque es fanático de la comida chatarra probablemente ser agarraría a todas las minas que quisiera; esto último me lo comentó una amiga.
Al último vengo yo. Hablar en tercera persona es complicado, pero lo intentaré, y creo que lo lograré como lo he hecho con otras cosas. Soy el único... perdón, el cuarto es el único que vive con su madre, y por lo mismo, es el que más plata tiene en los carretes. Su trabajo de cajero en un banco le permite vivir bien, por lo menos por el lado económico, porque por el lado amoroso es el loser del grupo. Habla de su madre sin darse cuenta, las minas lo encuentran tierno y le pellizcan las mejillas diciéndole que es lindo, mientras los otros tres agarran con todo.
No crean que esto último es muy normal, hemos pasado más de cuatro meses sin encontrar los labios de una mujer, por suerte, el alcohol no nos... no les ha faltado.
Ahí están Enrique (el que viene de lejos), Jesús (el alto), Otero (el deportista) y Marcial (el que vive con su mamá).
Desadaptados todos. Viven en un lugar que no se detienen a tratar de comprender. A los 4 les da paja caminar por calles nuevas, siempre lo mismo, pero no se quejan. A los 27 años han empezado a disfrutar la vida de una manera extraña, como si antes alguien les hubiera prohibido hacerlo.
Mala suerte para ellos, tarde se dieron cuenta que la vida estaba allá afuera, y que a las minas le gustan los de 20 o 21, de 27 o 28 no mucho. Aunque igual hay algunas que se dejan llevar y engañar. Si bien no lo reconocen, los 4 se sienten muy bien cuando se agarran a una jovencita universitaria, o a una grandecita colegiala.
A veces lo pasan bien, otras no tanto, pero siempre tienen algo que contar...
4 amigos. Son bastante normales, dos tienen novia, pero uno es macabeo, será probablemente porque es el único que no es de la cuidad y viene desde lejos; extraña a su familia pero no lo demuestra mucho.
El otro que tiene pareja es más bien callado, le gustan los deportes, también las series antiguas de televisión, y ha estado en la cárcel por motivos que todos desconocen.
El tercero es el más alto de todos. No le gusta nada más que beber. A los 4 les gusta emborracharse, pero para éste el trago es una pasión. Si no fuera porque es fanático de la comida chatarra probablemente ser agarraría a todas las minas que quisiera; esto último me lo comentó una amiga.
Al último vengo yo. Hablar en tercera persona es complicado, pero lo intentaré, y creo que lo lograré como lo he hecho con otras cosas. Soy el único... perdón, el cuarto es el único que vive con su madre, y por lo mismo, es el que más plata tiene en los carretes. Su trabajo de cajero en un banco le permite vivir bien, por lo menos por el lado económico, porque por el lado amoroso es el loser del grupo. Habla de su madre sin darse cuenta, las minas lo encuentran tierno y le pellizcan las mejillas diciéndole que es lindo, mientras los otros tres agarran con todo.
No crean que esto último es muy normal, hemos pasado más de cuatro meses sin encontrar los labios de una mujer, por suerte, el alcohol no nos... no les ha faltado.
Ahí están Enrique (el que viene de lejos), Jesús (el alto), Otero (el deportista) y Marcial (el que vive con su mamá).
Desadaptados todos. Viven en un lugar que no se detienen a tratar de comprender. A los 4 les da paja caminar por calles nuevas, siempre lo mismo, pero no se quejan. A los 27 años han empezado a disfrutar la vida de una manera extraña, como si antes alguien les hubiera prohibido hacerlo.
Mala suerte para ellos, tarde se dieron cuenta que la vida estaba allá afuera, y que a las minas le gustan los de 20 o 21, de 27 o 28 no mucho. Aunque igual hay algunas que se dejan llevar y engañar. Si bien no lo reconocen, los 4 se sienten muy bien cuando se agarran a una jovencita universitaria, o a una grandecita colegiala.
A veces lo pasan bien, otras no tanto, pero siempre tienen algo que contar...
posted by Luis Fabián Jopia at 7:10 AM
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